Salud mental en tiempos de COVID
La pandemia ha tenido un efecto significativo en nuestras vidas. Nos enfrentamos a situaciones que pueden ser estresantes. El distanciamiento social, hoy por hoy, puede hacernos sentir aislados y aumentar la ansiedad.
Todos somos los protagonistas ahora. Hay veces en las que nos sentimos aislados, vulnerables, con temor sobre esta situación a lo largo de todo este año de pandemia.
Sufrimos pérdidas, miedo de que uno de los nuestros se vaya. Siempre con la esperanza de que en algún momento nos vamos a volver a encontrar, abrazarnos, mirarnos a los ojos y sentirnos.
¿Cómo salir de dichas situaciones?
Pasa por la mente de todos los seres humanos primero un pensamiento, pasa por emociones y luego por comportamientos: Perspectiva cognitivo conductual.
En tan solo instantes podemos tener sensaciones diferentes. Todos tenemos voluntad y fuerza para cumplir con cada una de nuestras metas. La vida es una suma de nuestras tomas de decisiones.
¿Qué hace que mis emociones cambien?
Todas las emociones nos invitan a reconocernos y a adaptarnos. Hay dos grupos grandes que afectan nuestra salud mental: el miedo y el estrés.
El miedo es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho. Se puede identificar lo que pasa. Incluso se puede mencionar que es saludable y legítima.
Actualmente, por la coyuntura, los miedos constantes son:
- Enfermar y morir
- Miedo a ser discriminado por contraer el COVID
- Perder el trabajo
- Perder a nuestros seres queridos
La salud compone la física, mental y social. Todo ello es un tema de bienestar integral. El exceso de positividad nos lleva también a la positividad negativa. Por esa razón, tenemos que aprender a gestionar nuestras emociones, mantener un equilibrio.
El estrés también nos acecha y llegamos a un estado de nerviosismo, angustia, boca seca, cambio de humor, ganas de gritar e incluso la agresividad. En niveles comunes, es una reacción ante un problema y termina cuando el evento estresante haya pasado. Si persiste, se debe estar atento. No debemos tener miedo o vergüenza de buscar ayuda.
La ansiedad es una reacción al propio estrés. A veces, el estrés desaparece, pero la ansiedad continúa. Existe una mayor sensación de impotencia.
Las emociones, sensaciones y sentimientos son inherentes a cualquier persona. Pero más importante es saber identificar cuándo estas emociones ya no están siendo saludables. La ansiedad puede convertirse en una enfermedad más grave: el ataque de pánico. Es muy evidente. Sea ese el caso, la persona debe buscar ayuda psicológica para monitorear y seguir el tratamiento adecuado.
Pensemos en salir adelante
El problema no es la emoción que surge de la propia situación, sino la emoción que permanece porque tu atención está ahí todo el tiempo.
La energía mental y la presencia es la clave. Se tiene que salir de la amenaza constante para ir a una zona de adaptación y segura, poder recuperar el dominio de la atención. Cuanto más la ejercites, más dominio podrás tener sobre ella.
Tenemos que enfocar nuestro punto de vista hacia nosotros y no hacia lo exterior. No sabemos si va a suceder, porque por el momento es solo un pensamiento y si es negativo, proviene de la interpretación de los hechos. Tengo que enfocarme en nuevas posibilidades. No estamos indefensos.
Depende de nosotros si nos quedamos en la zona de miedo o vamos hacia la zona de aprendizaje o, mejor aún, a la zona de crecimiento, pensando en los demás y cómo ayudarlos, viviendo en el presente y encuentro un propósito.
Dicho propósito aparece a partir de la búsqueda de la resiliencia, buscar el empoderamiento de las mujeres, ir en busca de la sororidad. Todas las dudas que existen de por qué otras personas le sonríen más a la vida o por qué los que tienen el coeficiente intelectual alto no lo pueden aplicar a la vida privada se centran en la capacidad de atender y dirigir tus propias emociones.
La mejor manera de concentrarnos es mediante nuestra propia respiración. Ello lo brinda Mindfulness: Cerrar los ojos, prestar atención a la respiración y respirar diafragmáticamente. Claro, no es fácil, pero tampoco es imposible. La observación de las emociones y cómo nos afectan es muy importante. Por esa razón, a la menor señal de una necesidad de ayuda profesional, no dudar en contactarse con ellos.
Si necesitas una actividad para enfocarte y salir adelante, suscríbete a nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCgKzZWwOekZJkDnoOp8_a0A. Por este medio estamos subiendo cada domingo prácticas de meditación y yoga. Además, te compartimos el enlace del grupo de Facebook para que puedas formar parte de esta bonita comunidad: https://www.facebook.com/groups/527847878185361. Diariamente, se suben pastillas de motivación y ejercicios de presencia para ayudarnos a enfrentar estos momentos tan delicados.